En un bonito y soleado día de invierno y partiendo de la iglesia de san Andrés, a hombros de hermanos de la Real Congregación de san Isidro, dos pequeñas imágenes de los Santos pasearon las calles de Madrid.
La procesión fue realizando paradas en diferentes puntos del trayecto en lugares históricos relacionados con los santos y la historia de Madrid.
En cada parada el Cuarteto Vocal de la Basílica de san Miguel entonó a modo de oración una pequeña pieza, medieval o renacentista. A la salida en el atrio de la Real Iglesia de san Andrés apóstol, escuchamos Congregavit nos del S. XII.
En la primera parada a los pies de una de las torres más antiguas de Madrid, delante del azulejo de la querida imagen madrileña de Jesús el Pobre, en la Iglesia de San Pedro el Viejo, el Vater unser (Padre nuestro) de Johann. S. Bach.
Emocionante fue sin duda la entrada en la Plaza de la Villa, donde se reunieron hace 250 años el cuerpo de san Isidro con las reliquias de su esposa. Se cantó el Ave María de Tomás L. de Victoria, debajo de la ventana del Ayuntamiento, frente a la puerta por donde salió santa María de la Cabeza.
Después, desde la Basílica Pontificia de san Miguel hasta la Real Colegiata de san Isidro cantamos todos juntos las letanías de los santos en latín. Y finalmente con toda solemnidad entraron en la Colegiata.
Una eucaristía concelebrada con el templo abarrotado de fieles completó un día inolvidable.