En una magnífica homilía, monseñor Rouco hizo referencia a la época medieval en que vivieron los santos esposos madrileños y el inicio de la repoblación y reconquista de valores cristianos del momento, unidos al gran fenómeno cultural del Camino de Santiago, para orar ante el sepulcro del apóstol. Una época medieval difícil, pero en la que brillaron las enormes virtudes cristiana de la santa cuya memoria celebrábamos. También aludió a la gran cantidad de santas españolas, muchas madrileñas, entre las que destaca santa María de la Cabeza y que son pilar y base en la historia de la iglesia.
Por último el señor cardenal dio las gracias a todos por la asistencia y felicitó especialmente a la Real Congregación por la preparación de esta festividad, agradeciendo que le hubiéramos invitado a compartir esos momentos de gran gozo.
Al finalizar la solemne Misa subió al Camarín delos santos, preciosamente adornado de flores, para orar unos minutos junto al presidente y directiva de la Real Congregación, al lado del arca que contiene las reliquias de la santa y del sagrado cuerpo incorrupto del santo patrón madrileño.
La Real Congregación ofreció posteriormente un convite a los invitados, donde todos departieron en hermandad y que finalizó con el brindis y unas palabras del presidente loando la figura y virtudes de la santa cuya festividad ya se celebra solemnemente en muchos lugares de España y además en Kenia, a través de la fundación que con el nombre de la santa, llevó a cabo la Congregación en el año 2013.
Agradeció a todos su asistencia y presentó, con gran sorpresa para los presentes, la elaboración de las “Luces de santa María”. Se trata de una nueva creación de repostería fina realizada por un congregante que es chef y profesor de restauración, quien ejecutó magistralmente, una genial idea inspirada por la santa y que surgió en un grupo de congregantes.
Con forma de vela o tea encendida y realizada con aceite como el que llevaba en la alcuza, ambos los atributos de la santa ¡Buenísimos!
En definitiva un gran día, de mucho esfuerzo y dedicación, pero muy feliz para todos, festejando a una santa de enorme relevancia, que aún hoy su modelo de vida de cristiana comprometida con el evangelio de Cristo, sigue siendo un ejemplo perfectamente actual para todos, pues destacó como mujer religiosa, caritativa, esposa, madre y trabajadora.

Durante los días 7, 8 y 9 de septiembre, la Real Congregación de san Isidro de Madrid, celebró con gran solemnidad el Triduo con motivo de la festividad de la esposa de san Isidro Labrador, santa María de la Cabeza.